Claves para superar el MIR y conseguir la plaza deseada

Juan Delgado y Juan Vázquez,  Responsables de Redes Sociales de AMIR.

El examen MIR es una de las mayores preocupaciones que acompañan al estudiante de Medicina a lo largo de los seis cursos de carrera. No es algo sorprendente, pues en este examen decide la especialidad que va a estudiar y a ejercer durante los próximos cuatro o cinco años y a la que muy probablemente dedicará el resto de su vida profesional.

Por ello, es de suma importancia la adecuada preparación del examen. Sin embargo, pese a que los recién licenciados en Medicina han demostrado reiteradamente su gran inteligencia y capacidad de trabajo, no deben olvidar que el MIR no es un examen como los demás. Si quiere prepararlo adecuadamente es recomendable que se deje asistir por una academia, pues allí le ayudarán a cumplir los siguientes puntos, elementos clave para el éxito en el examen.

1. Rentabilidad. Probablemente esta sea la palabra más importante de toda la preparación al MIR. La Medicina es una ciencia inabarcable formada por un conjunto de infinitos conocimientos en constante evolución, ampliación y actualización. Sin embargo, el tiempo y las fuerzas (¡y las ganas de estudiar!) del futuro residente son limitadas. La solución a este problema es la siguiente: rentabilidad. El estudiante debe saber de forma rápida y visual qué se pregunta de cada asignatura y cómo se pregunta, sin perderse en temas que tal vez son clínica o académicamente muy interesantes, pero en cambio poco susceptibles de ser preguntados.
2. Estudiar lo preguntado. El examen MIR consta de un elevado número de preguntas recurrentes cuyos conceptos se repiten de manera casi constante. El estudiante debe trabajar estas preguntas, las respuestas que se ofrecen y saber razonar por qué se responde la correcta y por qué no las otras opciones. Además, estudiar desde y hacia las preguntas ayuda a interiorizar la técnica de examen tipo test y permite que el alumno retenga más información que si sólo estudia el texto de un libro.
3. El simulacro: entrenar sobre el terreno. Es un elemento clave de la preparación. El alumno debe acostumbrarse a pasar muchas horas sentado delante de la lista de preguntas sin perder la concentración, gestionando sus emociones y aplicando los conocimientos y la técnica de examen. Es muy importante que los simulacros se realicen en un aula y que se respeten los tiempos y la formalidad que tendrá el examen real. El objetivo es evitar nervios innecesarios el día del examen, lo que convierte al MIR es un simulacro más.
4. Disciplina y rutina: la regla del 8. Desde el comienzo de la preparación hasta el mismo día del examen se debe seguir una estricta disciplina horaria, asignando tiempos concretos al trabajo, al descanso y al resto de actividades.
   • Dormir bien es fundamental para rendir en el trabajo y que el estudio sea rentable (¡recuerda que dijimos que la palabra más importante es ésta: rentabilidad!). Por eso es necesario que duerma ocho horas todos los días intentando descansar lo más posible, sin trasnochar y sin alterar horarios.
   • Por otro lado, también es necesario cuidar la alimentación y la salud. Es necesario llegar al MIR con un estado físico lo suficientemente aceptable como para soportar las largas horas de trabajo y la elevada tensión emocional. Por eso, es recomendable que el alumno coma bien, intente mantener ciertos momentos de relax con gente alejada del mundo del MIR y haga algo de deporte, especialmente actividades al aire libre.
   • Por último, el éxito en el MIR no llega sin estudio y éste debe durar aproximadamente ocho horas al día, tratando de exprimirlas al máximo, evitando distracciones y enfocando los temas clave de la manera adecuada.
5. Confianza en ti mismo: lo que al MIR le das, el MIR te lo devuelve. El examen MIR genera muchos dolores de cabeza y crisis existenciales. Todos hemos pasado por esa sensación en algún momento de la preparación y sólo hay una solución: seguir adelante. Si estás estudiando el MIR eres una persona con una capacidad intelectual y de trabajo excepcional y más que demostrada. Sólo te falta una cosa para ser el número uno de tu MIR particular: confianza en ti mismo, en el método que estás siguiendo y en tu trabajo de cada día.

Los elementos clave que se han explicado debes mantenerlos durante toda la preparación, desde el primer día hasta el día M. Es precisamente tarea de la academia el facilitaros los recursos necesarios para que podáis llegar al día del examen “en vuestro mejor momento”, tanto en conocimientos como en seguridad en vosotros mismos y en el método seguido. Varios años y miles de alumnos son testigos de que en el MIR no hay ningún objetivo lejos de tu alcance, independientemente de tu rendimiento durante los estudios universitarios, siempre que pongas la suficiente dedicación y sigas el método adecuado.

El examen MIR sobre el papel son sólo 5 horas y 225 preguntas, pero para nosotros son mucho más: son el fin de una etapa de nuestra vida y el comienzo de otra mejor, son una prueba de superación personal y, lo más importante, son la única barrera que se interpone entre nosotros y la realización de nuestro sueño. No desfallezcas, trabaja de la manera adecuada y verás cómo dentro de apenas unos meses puedes ser feliz con lo que hagas, pues no hay mejor trabajo que cuidar y ayudar a los que están enfermos y no hay mejor recompensa que su sonrisa.