Para todos aquellos que habéis elegido la profesión de médico, debéis saber que la medicina es dura, es una profesión en la que siempre deberéis exigiros el máximo de vuestras capacidades, y aun así habrá veces que creáis que no es suficiente. Una vez elijáis vuestra especialidad, para la que tendréis que pasar largas horas volviendo a estudiar la carrera, con el objetivo puesto en superar el MIR, os daréis cuenta de lo importante que es el compañero de camino que elijáis.
Hoy en el blog contamos con la colaboración Dpto. de Comunicación. Grupo CTO que nos hablará del camino de preparación para el MIR.
En CTO, llevamos más de 30 años compartiendo experiencias en el examen MIR, viendo sueños cumplidos, y también alguna que otra decepción, durante todo este tiempo hemos aprendido junto a los médicos que sueñan con su plaza, cuales son las necesidades que cada uno necesita, no todos tienen las mismas capacidades, actitudes o incluso posibilidades. Por ello hemos ido ampliando nuestra oferta educativa en base a todas y cada una de las necesidades de los que depositan su confianza en nosotros para lograr verse en la especialidad que siempre han deseado.
En nuestra oferta educativa podréis encontrar los cursos clásicos, aquellos que se inician en el último año de carrera y que permiten una preparación a largo plazo, sin agobios; pero también están los cursos intensivos, y los diseñados para aprovechar los meses de verano, donde el ConcrentraMir se convierte en la herramienta ideal para aprovechar al máximo las clases diarias. El curso de simulacros permitirá al que lo elija sacar el máximo provecho y conocer a fondo la técnica del examen. Sin olvidarnos de aquellos que desean volver a presentarse a la prueba ya que no lograron la plaza deseada o los que opten por hacerse con una segunda especialidad.
Una de las puntas de lanza con la que cuenta CTO son sus manuales, a punto de publicarse la 10 edición, estamos orgullosos de la calidad del material y del contenido que contienen, lo que ha hecho que se convierta en el mejor acompañante de los opositores al MIR. El manual se ha ido adaptando con las nuevas metodologías implantadas, logrando que los contenidos faciliten al alumno la comprensión de la materia.
La plataforma online, se ha convertido en un compañero excepcional para los amantes tecnológicos, donde los alumnos podrán ponerse al día, seguir sus tutorías, resolver sus dudas e incluso tener un seguimiento real de sus avances.
Pero si algo hay que destacar, es a las personas que trabajan de forma incansable en lograr que la formación que se oferta sea la mejor, desde la editorial, pasando por los profesores, los tutores y todos y cada uno de los que forman esta enorme familia, donde la prioridad es lograr que el que elija CTO sepa que con toda seguridad que logrará ver sus deseos cumplidos.
Como ejemplo tenemos el caso de Alejandro García Álvarez, quién tras aprobar el MIR de 2016 eligió realizar su residencia en el Hospital Vall D’Hebrón de Barcelona en la especialidad de Oncología, esta es su experiencia en la preparación y en la residencia:
“Mi preparación en CTO la recuerdo con mucha nostalgia. Ya a dos años vista de empezar la parte principal de la preparación recuerdo esos días de biblioteca con los compañeros. Todo muy medido. Levantarse a las 7.30, llegar a la biblioteca a las 8.30, primer descanso a las 11.30 y así todo el día. Después del estudio siempre había momento de disfrutar de la tarde-noche; bien fuera con tus amigos (hartos de oír hablar del MIR) o con tus incansables amigos del MIR (hartos también, en este caso de estudiar).
En mi caso elegí el curso de sexto y hacía las clases los sábados; lo cual era perfecto, ya que estudiaba de lunes a viernes y los sábados iba a repasar en la clase. Y después de la clase, empezaba el fin de semana con la cena del sábado y la actividad del “doMIRgo”. Llenábamos las tardes después de la jornada de estudio con el debate a cerca de la actividad que haríamos el domingo.
CTO en este camino fue un componente fundamental. Siempre presente en todos los aspectos. La mañana de estudio empezaba con el video del profesor de CTO en el campus web que te decía los temas a estudiar, cómo los tenías que estudiar y los puntos en los cuales había que hacer más énfasis. A lo largo del día, la guía de estudio y los desgloses te ayudaban a ver qué era lo más importante en el estudio del manual. El hecho de disponer de esos materiales era de gran ayuda a la hora de seleccionar la información esencial y más relevante para el MIR (ya que no todos los temas tienen la misma importancia).
Y finalmente, los simulacros, el material más útil desde mi punto de vista. Los simulacros, para los neófitos en esto del MIR, son exámenes muy similares al MIR en los que no solo pones a prueba tus conocimientos teóricos, sino también la técnica de examen (fundamental en un examen tipo test). La verdad, es que los recuerdo bastante difíciles. No era raro que me lamentara cada semana corrigiendo las preguntas más difíciles (y también las fáciles que fallaba). Pero gracias a ello, el día del MIR sentí que las preguntas no eran tan difíciles como “habitualmente” y pude estar más tranquilo que en mi primer simulacro (en el que salí tres veces al baño de los nervios).
Ahora de residente, la vida es diferente. Los pacientes no vienen escritos en forma de pregunta ni te dan opciones diagnósticas. Es hora de tomar las riendas y tomar decisiones, en ocasiones vitales. Tu primera guardia de puerta es la definición de ruptura biográfica. Te sientes perdido y que no sabes nada. Pero, poco a poco, con la ayuda de tus compañeros y la experiencia de los pacientes a lo largo de las rotaciones en planta, consulta externa o urgencias vas tomando más confianza y te das cuenta que, al igual que el día del MIR ante una pregunta difícil, todos esos conocimientos aprendidos a lo largo de 6 años de carrera y 1 año de estudio para el MIR están ahí, almacenados en los más profundo de tu cerebro para ayudarte.”
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