El valor añadido de poder vivir todo el proceso de la oncología traslacional en un mismo centro.
Los profesionales del Servicio de Oncología del Vall d’Hebron pueden vivir todo el proceso de investigación traslacional desde el laboratorio hasta el paciente. Actualmente, el Hospital Vall d’Hebron es el único centro español con dichas características, que permiten a los profesionales participar en todo el proceso de investigación.
¿Qué es la investigación traslacional?
La investigación traslacional es aquella que aplica la investigación básica en la práctica clínica y cuyo objetivo es redundar en un beneficio directo para el paciente y su salud. Se conforma por dos grandes fases. En primer lugar, la investigación básica, que se trabaja en laboratorio y que no tiene una aplicación práctica. En segundo lugar, la investigación clínica, que aplica dichos conocimientos en la práctica clínica mediante ensayos clínicos siempre en beneficio del paciente y su salud.
Gracias a los distintos órganos que conforman actualmente el Campus Vall d’Hebron, podemos trabajar en la aplicación de los conocimientos básicos que se adquieren en la investigación básica, también llamada fundamental, en la práctica clínica.
La investigación básica la encontramos en el Centro Cellex. Este permitió reunir desde 2015 en un mismo espacio los investigadores del VHIO (Vall d’Hebron Institut of Oncolgy) para permitirles trabajar juntos de manera más eficiente. Asimismo, el equipamiento de primer nivel con el que cuentan en este nuevo centro es imprescindible para poder ensayar tratamientos experimentales en ratones.
La investigación clínica la podemos encontrar en el propio hospital, de la mano de los oncólogos clínicos del Servicio de Oncología de Vall d’Hebron, los encargados de la parte asistencial y más humana de la medicina. En este proceso se contempla la aplicación de la investigación básica anterior en el ámbito clínico y en el propio paciente. En el Hospital Vall d’Hebron podemos seguir la aplicación de distintos ensayos Clínicos internacionales.
Entrar en un ensayo clínico supone tener acceso rápido a fármacos que todavía no se encuentran en el mercado pero que ya han demostrado su valía. Esto suele suponer un cambio importante en la terapéutica del paciente.
En definitiva, la convivencia y cohesión de la investigación básica oncológica con la clínica es fundamental. Gracias a la investigación traslacional se puede avanzar en la cura y personalización del tratamiento del cáncer, mejorando la calidad asistencial y de vida del paciente.
¡Qué bien! ¡Me parece todo un acierto fomentar ese feedback, tan necesario, entre la clínica y el laboratorio! 🙂