Nervios, miedo, impresión y emoción son sentimientos normales en alguien que va a empezar como R1. Éste es un gran momento en la vida de todo médico y tener ciertos temores o inseguridades es lo más común.
Por todo ello, el servicio decidió asignar a reconocidos especialistas del servicio la ardua tarea de ejercer como tutores de forma personal e individualizada para cada uno de los nuevos residentes que se incorporan al servicio.
El tutor asignado a cada residente será el mismo que les acompañará durante todos los años de residencia. Una de las principales funciones del tutor es precisamente la de solucionar todas las dudas, problemas e inquietudes que pueda tener el residente, además de seguir desarrollando su propia actividad asistencial, docente y de investigación.
Cabe destacar el actual nivel de implicación del grupo de tutores, que se preocupan de que sus apadrinados no tengan que enfrentarse a la temida sensación de soledad y desconocimiento frente a un paciente o un caso.
La mejor manera de formarse llegado este punto es nutrirse de los conocimientos de quiénes ya están desarrollando su actividad como grandes profesionales y aprender de ellos.
La tutoría en Vall d’Hebron
Actualmente los tres tutores de residentes del servicio son: la Dra. Elena Élez, que desempeña su trabajo como especialista en oncología médica en la unidad de tumores digestivos; la Dra. Ana Oaknin, Jefe del programa de cáncer ginecológico, y la Dra. Patricia Gomez, especialista en cáncer de mama. Todas ellas no sólo realizan labores asistenciales sino que participan de forma continua en investigación clínica tanto en estudios nacionales como en estudios internacionales multicéntricos.
El equipo de tutores está a su vez liderado por la figura de un coordinador, un puesto de reciente creación, personalizado en la figura del Dr. Joan Carles, coordinador del Programa de Cáncer Genitourinario, Sarcomas SNC y tumores de origen desconocido
As mentioned above: “Yoy’ll never walk alone”.
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