10 motivos para elegir la residencia de oncología médica en el Hospital Universitario Vall d’Hebron
Trabajar en un hospital de Tercer Nivel, abarcar la oncología de forma multidisciplinar, manejar patologías diversas, participar en ensayos clínicos, aprender de la mano de prestigiosos profesionales y ahondar en la parte humana de la relación médico-paciente. Si estás pensando elegir esta apasionante especialidad, tanto a nivel clínico como biológico, estas son 10 razones para hacer tu residencia en el Hospital Vall d’Hebron.
- Inmersión completa. La residencia en Vall d’Hebron supone una inmersión en oncología médica que abarca todos los campos de la misma. Manejo del paciente oncológico,multidisciplinariedad, investigación clínica e investigación básica. En muy pocos sitios de Europa se puede conseguir algo así.
- Ser parte de un Hospital de Tercer Nivel. Con las posibilidades asistenciales y científicas que ofrece: todos los servicios médicos disponibles y múltiples comités de tumores en un centro multidisciplinar. Serás partícipe de auténticos cambios en el abordaje y tratamiento de pacientes, que junto a la oportunidad de investigar hace que sea una residencia muy completa.
- Gran número de pacientes. Más casos es igual a mayor experiencia y aprendizaje. Estar en un gran centro de referencia internacional permite ver pacientes con amplia diversidad de tipos de tumores y todo tipo de complejidades y patologías asociadas.
Ensayos clínicos:
- Participación en ensayos clínicos. La investigación es un pilar fundamental en el avance hacia la curación del cáncer. El Instituto de Investigación Oncológica de Vall d’Hebron ( VHIO) ofrece la oportunidad de participar en ensayos clínicos y estudios de fase I y fase II. Una oportunidad única para ver cómo se desarrollan nuevos fármacos y tratamientos que aún no están en el mercado.
- Rigor y firmeza. Vall d’Hebron supone una residencia científicamente muy rigurosa que ofrece acceso a todos los aspectos relacionados con la oncología incluyendo investigación, ensayos clínicos y tratamiento de tumores que requieren gran especialización. Y todo sin sacrificar el trato cercano con el paciente.
- Proyección internacional. Hacer la residencia en Vall d’hebron te abre las puertas para realizar fellowships en centros reconocidos internacionalmente. Es un centro de referencia mundial reconocido por su calidad en la formación y considerado como uno de los mejores centros de oncología del mundo. Además, se facilita que los residentes puedan hacer trabajos de revisión de bases de datos o trabajos originales para enviar a congresos internacionales.
- Profesionales de prestigio. En Vall d’hebron estarás en contacto con referentes mundiales de todas las patologías oncológicas motivados para formar y compartir conocimientos con sus residentes. A su lado podrás observar, aprender, escuchar consejos y recomendaciones, preguntar, estudiar y volver a preguntar. Podrás colaborar con excelentes profesionales en el campo de la oncología médica como de otras especialidades con las que se necesita trabajo en equipo.
Salidas profesionales de futuro:
- Mayor salida profesional. Salir al mundo laboral como oncólogo formado en Vall d’Hebron abre muchas puertas. Esta residencia te forma en un centro de excelencia, con muchos recursos para la asistencia de calidad y la investigación básica, traslacional y clínica. Son años de duro trabajo y dedicación, pero también una excelente oportunidad para obtener una especialización de primera clase. El residente formado en oncología médica tiene una excelente formación desde el punto de vista médico y asistencial. Está capacitado para ejercer como oncólogo asistencial y en otras actividades focalizadas en investigación.
- Formación multidisciplinar. Poder trabajar en un gran hospital con numerosos comités de tumores permite que experimentes en directo lo que significa el tratamiento multidisciplinar del paciente. En Vall d’Hebron puedes ver in situ, de manera directa y vivencial, todas las vertientes de esta especialidad. Desde los cuidados paliativos hasta la oncología translacional o molecular sin necesidad de desplazarte a otros centros para poder completar la formación.
Humanización de la práctica médico asistencial:
- Trabajar la parte humana. En oncología médica se acompaña al paciente desde el momento del diagnóstico hasta el final, estableciendo una intensa relación médico-paciente. La relación humana con el paciente y su familia es el gran reto para el médico. Implica sin duda una gran humanidad y un gran conocimiento de la patología. Desde las opciones de tratamiento, el manejo de sus complicaciones, el ajuste de los síntomas, la sensibilidad o la capacidad de poder transmitir buenas y malas noticias sin quitar esperanza.
PD.Los puntos expuestos en este decálogo han sido confeccionados basándonos en las diferentes vivencias que oncólogos formados en VH nos comparten en el apartado de VH OncoAlumni.
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