Premiada recientemente por el Colegio de médicos de Barcelona en la categoría de Excelencia Profesional e investigación biomédica, un premio de reconocimiento moral a la personal por su trabajo diario. La trayectoria de investigación de la Dra. Balmaña, oncóloga del Servicio, abarca desde el desarrollo de un modelo predictivo clínico para identificar portadores de mutación en el síndrome de Lynch, hasta la la epidemiologia genética del cáncer de mama y ovario hereditario, el desarrollo clínico de fármacos dirigidos a pacientes con mutación en los genes BRCA, y el estudio de mecanismos de resistencia, en colaboración con otros equipos del HVH y VHIO
Aprovechando que ahora se halla en Philadelphia y que en su momento realizó una larga estancia en el Dana-Farber Cancer Institute de Boston, le pedimos sus recomendaciones para los Residentes que se plantean realizar estancias en el extranjero. Dejamos aquí un resumen:
«La formación en oncología médica es multidimensional, extensa y continua. Es una especialidad médica increíblemente rica en conocimientos que abarcan desde la biología molecular, la medicina interna, la comunicación y empatía con el paciente, la estadística y epidemiología, y la farmacología entre otros. Recomendaría a los residentes que no paren nunca en su deseo de conocer y saber más: que se hagan preguntas del tipo: ¿qué ocurre cuando un tumor no responde al tratamiento, por qué unos sí y otros no, por qué unas personas desarrollan cáncer y otras no, qué podemos hacer para prevenir el cáncer? Y que la pregunta se centre alrededor del paciente. Es la gran riqueza de la pregunta médica y la mejor inversión en su formación.
Aquellos residentes que deseen irse al extranjero a ampliar formación les recomendaría que lo hagan al haber terminado su periodo de formación reglada, que averigüen qué área de la oncología les motiva más, y busquen aquel equipo en el que por su trayectoria y valores podrán encajar mejor. Conseguir una entrevista personal con antelación es básico para conocer in situ a la persona y el equipo que te recibirá, y entonces buscar financiación. Nunca es tarde para hacer una estancia en el extranjero o en otro centro; el hecho de cambiar, así como la diversidad de pensamiento y enfoque de grupos nuevos enriquecen la formación de cada uno y la del equipo a la vuelta. Cada período de formación fuera conlleva un riesgo, dejar un status quo, o tal vez una oferta profesional que ha acabado de llegar, pero precisamente por ello estos períodos son intensos, llenos de nuevas experiencias, y muy enriquecedores. Recomiendo a los residentes que si quieren ir al extranjero lo planifiquen con tiempo, lo discutan con sus tutores, evalúen las opciones reales de un centro u otro, pregunten a otros que ya lo han hecho. Que vayan con una cierta madurez profesional y conocimientos básicos de lo que irán a hacer, centrados en un campo y dirigidos a contestar una pregunta, pues todo esto les ayudara a sacar el mejor provecho. Es importante que busquen la coherencia de su formación, el área que los motiva más, que sean persistentes y resilientes, que se asesoren y escuchen, y sobre todo: que escojan ellos su camino.»
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