¿Cómo te enriquece la transición de R2 a R3?: testimonio de un residente.
El Dr. Pau Mascaró acaba de salir de guardia por lo que aprovechamos para charlar con él y que nos comparta sus impresiones sobre los retos y las satisfacciones que ha comportado pasar de R2 a R3.
«A mediados de R2 empieza una transición en tu residencia que culmina en R3 y probablemente sea el cambio más importante en la residencia», indica el Dr. Mascaró, actualmente en su tercer año de residencia.
¿Por qué? Pues porque en R2 eres residente de oncología pero rotas en otros servicios como medicina interna, enfermedades infecciosas, urgencias generales, todas ellas esenciales para adquirir conocimientos necesarios para manejar pacientes oncológicos.
Si bien es cierto que como R1 o R2 asistes a alguna reunión que se organiza en el servicio sobre actualizaciones de la especialidad, realmente en tu día a día no ves pacientes oncológicos.
Puntos destacables como R3 al iniciar la visita en planta y guardias de oncología:
- Inmersión 100% en pacientes oncológicos
- Trabajas codo a codo con los oncólogos de tu equipo: creas vínculos de compañerismo y pertenencia al equipo
- Adquieres conocimientos sobre cómo presentar casos clínicos en las sesiones
- Inicias un vínculo personal con los pacientes muy satisfactorio.
Es a mediados de R2 cuando empiezas a ver pacientes de oncología y es allí cuando tu residencia hace un giro de 180 grados.
Entrar en la planta de oncología te sumerge realmente en la especialidad y pasas ya el 100% de la residencia trabajando con pacientes oncológicos.
Viéndolo en retrospectiva me doy cuenta que haber comenzado hace 6 meses en la planta de oncología me ha permitido adquirir conocimientos en el manejo de pacientes de oncologia: pacientes graves, agudos, con complicaciones oncológicas y considero que éste es uno de los puntos más importantes de esta nueva etapa y que es difícil de alcanzar de otra manera.
Cuando a mediados de R2 empiezas a visitar solamente pacientes oncológicos no solo adquieres conocimientos de pacientes hospitalizados sino que también adquieres mucho conocimiento de las propias patologías, de los diferentes tipos de cáncer y de las diversas líneas de tratamiento.
Pero es desde R3 que empiezas a aprender, a base de ver pacientes ingresados, cuales son las 1ª y 2ª líneas de tumores más frecuentes. Es de nuevo muy enriquecedor ver como hemos ido adquiriendo estos conocimientos en nuestra estancia en planta.
R3 te hace sentir parte del equipo de Oncología
El hecho de entrar a mediados de R2 a la planta de oncología también comporta una inmersión intensa en tu propio servicio. Nuestro servicio de oncología es muy grande, lo conforman más de 60 adjuntos, y cuando eres R1 o R2 no conoces a muchos adjuntos debido a la magnitud del servicio. Es cuando entras en planta cuando realmente empiezas a trabajar codo con codo con todos ellos. Te ingresan pacientes que lleva un oncólogo en concreto en consulta. En en ese momento es cuando le llamas, le informas del ingreso y compartes opiniones sobre el tratamiento a prescribir. Compartes con él las pruebas que has pensado en solicitarte, el propio adjunto te sugiere alguna otra prueba y todo ello de nuevo es muy enriquecedor. Con ello estableces una relación de compañerismo con el resto de oncólogos y ello te hace sentir como parte ya del equipo.
Comparo cuando empecé en planta con ahora y constato que de una forma u otra a fecha de hoy he contactado con casi todos los oncólogos del servicio via mail, por teléfono o en persona para comentar algún paciente. Con todos ellos tengo ahora confianza para escribirles y compartir cualquier duda de algún paciente suyo. Y todo esto considero que es un cambio relevante en este período de traspaso de R2 a R3.
Participación activa en las sesiones clínicas en R3
Otro punto que también empieza a mediados de R2 y ahora ya en plenitud como R3, son la participación en las sesiones clínicas de nuestro servicio. Durante estas sesiones que realizamos como mínimo una vez al mes aprendes mucho de tu servicio, aprendes sobre cómo realizar una buena presentación de un Caso Clinico, qué puntos hay que destacar de su enfermedad oncológica, cómo se presentan los datos delante del resto de servicio, y ello hace que también te permita crecer mucho sobre como comunicarte y comunicar casos clínicos con otros oncólogos, algo que hasta la fecha no habíamos realizado. Y también es un factor relevante.
Inicio de guardias de oncología
Por último, pero no por ello menos importante, destacar que cuando empiezas R3 inicias las guardias propias de Oncología. Durante los dos primeros años realizas guardias de medicina interna o urgencias generales, pero al iniciar R3 las guardias son ya solo de oncología y lo cierto es que es un reto ya que son guardias mucho más exigentes, ves mucho más volumen de pacientes, son pacientes que pueden ser de mayor gravedad por lo que el nivel de exigencia sube, pero realizar guardias de oncología también tiene una parte muy enriquecedora. Es durante las guardias cuando te enfrentas al manejo de pacientes críticos y pacientes agudos con los que hay que actuar rápido descartando lo más grave y tener un esquema terapéutico del paciente.
Continuidad en el tratamiento de los pacientes
Algo único que tienen las guardias es que tú ves un paciente, decides que tiene que ingresar, y después, dado que como R3 ya pasas visita en planta, éste será un paciente que tú también llevas en planta. Y esa continuidad te permite ver como se van solucionando los distintos problemas que le han llevado a ingresar, hasta que finalmente se le puede dar el alta hospitalaria. Aquí puedes sentir el agradecimiento del paciente por el acompañamiento durante todo el proceso, y eso también llena mucho. Es también un camino enriquecedor.
No dudéis en compartirnos cualquier duda o experiencia propia de la residencia en este mismo post o a través de nuestro mail: residentes.vhebron@gmail.com
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