Actualidad sobre la residencia en Vall Hebron: entrevistamos a la Dra. Rodríguez, nueva jefa de estudios del Hospital.
La Dra. Mónica Rodríguez se acaba de incorporar como subdirectora de docencia y jefe de estudios del Hospital Vall d’Hebron. Desde 2008 ha estado compaginando su labor asistencial como médico internista especialista en enfermedades autoinmunes con su labor docente como jefe de estudios en el Hospital Universitario Mutua de Terrassa. Además realiza tareas de investigación clínica y es miembro del Grupo Español de Enfermedades Autoinmunes.
Hoy, incorporada ya desde hace algunos meses al equipo de Dirección de Docencia de del Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus, la Dra. Rodriguez nos cuenta de primera mano un poco más sobre la residencia en el Vall d’Hebron, y los proyectos de futuro en el ámbito docente.
¿Como jefe de estudios, qué metas formativas destacaría del Hospital Vall d’Hebron?
Ahora mismo estamos trabajando en cuatro pilares fundamentales que serán la base de la formación especializada. Estos pilares son:
- Fomentar la visibilidad externa de la oferta formativa especializada en el Hospital Universitario Vall d’Hebron.
- A nivel interno trabajar la formación de los residentes desde el área de profesionalismo, con formación específica en habilidades comunicativas, bioética y fundamentos de la investigación.
- Diseñar un itinerario formativo en investigación para que los residentes se introduzcan en ese ámbito durante la propia residencia.
- Mejorar el sistema de evaluación implicando a todos los profesionales del Hospital en la docencia.
¿Qué podría decirnos que busca Vall d’Hebron en un residente?
El residente supone el alma del Hospital. Es estímulo y energía y ayuda a que el conocimiento evolucione. Asimismo, también supone un apoyo fundamental en la parte asistencial. Buscamos residentes motivados, con vocación y ganas de aprender.
Para valorar adecuadamente su progresión , es fundamental que la formación de un residente se acompañe de un sistema de evaluación formativa continuada adecuada, implicando a gran parte de los profesionales del centro y acompañándolo en el proceso de formación. Dime como evalúas y te diré cómo formas.
El programa de oncología es un ejemplo en este sentido, ya que incorpora nuevas herramientas de evaluación. Hasta ahora se basaba en un formulario del ministerio que evaluaba distintos aspectos del residente. Ahora incorpora nuevas formas y métodos para valorar cómo evoluciona la formación de un residente desde distintos puntos de vista.
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