La simulación como herramienta formativa
“La simulación supone una experiencia inmersiva con un impacto emocional muy potente como herramienta de aprendizaje”
La Dra. Mónica Rodríguez, directora de Docencia, jefe de estudios y presidenta de la Comisión de Docencia del Hospital Universitario Vall d’Hebron apostó el año pasado por la implantación del uso de simuladores desde el primer año de residencia. Una herramienta clave que minimiza la incidencia de errores, mejora la seguridad de los pacientes y enriquece la formación continua de los profesionales.
Esta práctica, que lleva años utilizándose en el ámbito de la aviación o de la energía nuclear, llega ahora a la medicina. La simulación consiste en recrear un escenario de la forma más realista posible. La simulación permite practicar, provocar errores, crear situaciones poco prevalentes y ver así como reacciona el grupo mientras se aprenden nuevas habilidades. Una forma muy eficaz para evitar problemas futuros. En el ámbito de la educación médica los simuladores nos permiten entrenar habilidades técnicas y enfocarnos también en las importantes habilidades no técnicas. Las habilidades no técnicas son las denominadas soft skills. Y es que todo conocimiento médico debe ir acompañado de una buena capacidad para trabajar en equipo, liderar y saber comunicar.
¿Cómo valorarías la implantación del uso de simuladores?
Es importante señalar que antes ya hacíamos actividades puntuales de simulación en algunas especialidades para practicar habilidades concretas como el RCP. Sin embargo, ahora ampliamos su uso como metodología docente y la incorporamos de forma estructurada y sistemática al itinerario formativo de todos los Residentes.
¿Qué actividades de simulación se han realizado este año?
En un año en que la pandemia ha limitado la realización de actividades presenciales hemos logrado introducir nuevos programas. El área de simulación ha estado al servicio de la pandemia gran parte del tiempo dado que la reconvertimos en UCI provisional. Sin embargo, entre la primera y la segunda ola pudimos disponer de ella para formar en EPI. Así, los 170 residentes que entraron en 2020 han seguido este programa de entreno que trabaja en entornos expuestos a agentes biológicos altamente transmisibles como la Covid19.
¿Qué proyectos destacarías?
Sin duda, lo más relevante ha sido aplicar la metodología de simulación a través de gamificación. La gamificación nos permite hacer simulación con varias personas de forma simultánea en remoto. Esto se consigue mediante avatares que se desenvuelven en escenarios clínicos definidos por los docentes, de manera similar a lo que hacemos en la simulación presencial (SIMOONS). Con este proyecto hemos podido cumplir con el programa de entreno de Trabajo en Equipo Asistencial Multidisciplinar mediante Simulación en Salud (eTEAMS). Durante este curso lo hemos aplicado a 150 nuevos residentes y 300 enfermeras
¿Habéis trabajado alguna simulación más?
También hemos incorporado LapSim al itinerario formativo de los Residentes de cinco especialidades quirúrgicas. Una simulación que permite entrenar cirugía laparoscópica y que han realizado unos 80 residentes,
¿Cómo lo han vivido los residentes R1?
Las prácticas en el área de simulación han estado muy bien valoradas. Tanto por los contenidos, que no se trabajan en ninguna otra área, como por la metodología innovadora que permite una experiencia inmersiva. Esto supone un impacto emocional muy potente como herramienta de aprendizaje.
Complementamos la entrevista de hoy con las realizadas en anteriores cursos académicos con la Dra. Rodríguez dado el interés de todas ellas:
Formación en capacitación y habilidades
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