Entrevista al Dr. Sergio Bueno, R1 de Oncología Médica del Hospital Vall d’Hebron
¿Qué te motivó a estudiar medicina y a escoger la especialidad de oncología médica?
Durante toda mi vida me he sentido atraído hacia la resolución de problemas: buscar pistas, unir datos, elaborar una abstracción y finalmente llegar a una conclusión. Esta ha sido la forma en que mi mente ha funcionado largamente. Cuando se presentó ante mí la elección de la carrera profesional encontré que la medicina podría llenar estas necesidades de conocimiento y, paralelamente, provocar un impacto positivo en la sociedad.
Después de esto me di cuenta que dentro de los vastos campos de la medicina, la Oncología siempre tuvo un particular atractivo para mí. El rápido desarrollo tecnológico, lo inexplorado del campo, las posibilidades de desarrollo profesional y los escenarios de práctica tan amplios terminaron de sedimentar la decisión sobre la especialidad que tanto me atrae.
¿Dónde estudiaste Medicina? ¿Qué es lo que consideras que te decantó por la Oncología Médica?
Yo hice mi formación de grado en Medicina en Colombia, en la Universidad Industrial de Santander. La gran demanda de especialidaden mi país aunado a la posibilidad de un desarrollo profesional continuado terminaron de fijar mi decisión de elegir Oncología médica como mi especialidad.
¿Por qué elegiste el Hospital Vall d’Hebron?
Debido a la pandemia la posibilidad de explorar diferentes hospitales se vio muy afectada por lo cual podría decir que la elección de Vall d’Hebron ha sido de corazón, pero basado en la solidez y en la inmensa fortaleza del departamento de Oncología, el cual tiene reconocimiento a nivel mundial. Fue sin dudarlo amor a primera vista. He encontrado en Vall d’Hebron un segundo hogar donde he tenido la oportunidad de interactuar a un nivel muy superior, de gran avance tecnológico y técnico pero sobre todo humano. Sin dudarlo la mejor decisión que pude haber tomado.
¿Qué destacarías de tus inicios como residente?
Es muy difícil contestar la pregunta porque confluyen muchas emociones: ansiedad, alegría, sorpresa, muchas veces miedo y una abrumadora sensación de necesitar ayuda, orientación, guía… Pero todas estas situaciones iniciales se han ido solventado en base al apoyo por parte de todo el equipo que tienes a tu alrededor, quienes te hacen sentir plenamente integrado, acogido y protegido. Una vez que tus dudas y miedos iniciales se van diluyendo, la avidez por el conocimiento y el descubrir no solo compañeros sino amigos ha hecho que estas primeras semanas de residencia sean un hito qué será recordado en mí con una marca indeleble en mi ADN.
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