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Recordando la elección de plaza MIR un año después

Abr 9, 2014 | residencia médica | 0 Comentarios

actitud-positiva

 

Y llega el día de elección de la plaza… Ya estoy en Madrid después de un merecido descanso, pese a que la sensación de nerviosismo vivida en los últimos meses no me abandona del todo (y quizás no lo hará hasta que tenga el papel aquel en mis manos).

Para quitarle un poco de hierro al asunto, decido pasear por la capital, quedar con los colegas para ponernos al día y compartir una charla irreverente tras las burbujas de una caña en Malasaña.

Se acerca la hora y reviso mi lista:

1. ¿DNI (o NIE) en el bolsillo? Colgado del cuello junto a mi grupo sanguíneo: hecho.

2. ¿Lista ordinal de hospitales/ciudades? hecho. Afortunadamente en medio del “descanso” me tomé el tiempo de visitar los centros que me interesaban, conocer sus instalaciones, conversar con resis y especialistas para aclarar mis dudas y “catar” el ambiente. Así que mi lista, aunque pequeña, ha sido hecha a conciencia.

3. ¿Dinero para transporte/ticket de metro?: listo. No me puedo dar el lujo de la impuntualidad un día como hoy.

4. ¿Móvil?: a mano, que tengo a la familia y a los amigos intrigados por saber dónde pasaré los próximos 5 años de mi existencia.

Por fin llego al Ministerio, que nada tiene que envidiarle al “Castillo” de Kafka. A la hora indicada me dirijo hacia un salón de 20 metros cuadrados junto con otros 349 proto-especialista, esperando a que digan mi nombre para pasar por el detector de metales y de ahí a una sala donde el funcionario responsable repite las instrucciones y la dinámica del acto.

Me quedan 20 personas por delante y aunque trato de hacer contacto visual para decirles con mi mirada amenazante “ni se te ocurra coger Oncología Médica en el Hospital Vall d’Hebron” todos van subiendo ordenadamente – y aún con cara de susto – a escoger Cardio, Interna, Cirugía, Microbiología (a ésta la aplaudo con vehemencia ante el asombro de la sala), hasta que mencionan mi número y subo “al estrado”

Y ya está. Papel en mano, abandono el edificio mientras sale humo del teclado del móvil de tanto mensaje. Finalmente me relajo y me dispongo a celebrar: soy oficialmente residente de primer año y voy a formarme en la especialidad y el sitio que quiero. Ahora, ¡a trabajar!

Deseo que podáis escoger la plaza de vuestra preferencia, y a los/as tres futuros resis de Oncología Médica de Vall d’Hebron: ¡seáis bienvenidos y nos vemos muy pronto!

 

Fabiola Amair Pinedo

R1 – Oncología Médica

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